La vida es una permanente sorpresa, Dios nos sale al encuentro en cada recodo del camino, con dones espirituales y materiales.
Este sentido de nacer cada día para agradecer a Dios, en ningún momento significa olvidar la experiencia, es decir esa historia vivida, experimentada y disfrutada. Nacer para descubrir el encanto del presente providente de Dios, sin olvidar la misericordia de nuestro padre Dios que nos ha llamado desde toda la eternidad a vivir con Él.
Quisimos con este encuentro nacer cada día a la Providencia de Dios, sin olvidar su eterna Misericordia.
Este sentido de nacer cada día para agradecer a Dios, en ningún momento significa olvidar la experiencia, es decir esa historia vivida, experimentada y disfrutada. Nacer para descubrir el encanto del presente providente de Dios, sin olvidar la misericordia de nuestro padre Dios que nos ha llamado desde toda la eternidad a vivir con Él.
Quisimos con este encuentro nacer cada día a la Providencia de Dios, sin olvidar su eterna Misericordia.
Con la Seño Marta ya listos para ir al Templo. |
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